Una Mente Que Va Del Caos Al Orden

Son las 9:40, mi mente se siente muy ocupada. Noto muchos pedazos de pensamientos, me cuesta trabajo encontrar ideas terminadas. Se siente inseguro estar en mi cuerpo.

Me cuesta trabajo encontrar ideas terminadas.

En este punto, sé que requiero escribir. La mano lleva la pluma y me ayudan a traer mi infinita y ocupada interioridad, al orden que me regala el espacio finito del papel.

Comienzo a habitar la dimensión física. En este movimiento, siento que se libera espacio en mi mente. Se siente bien, alivio y claridad.

Sonrío cuando noto que mi mente, siempre curiosa, quiere ocupar más espacio otra vez y se pregunta con asombro: wow, qué es este proceso?

Me quedo con estar maravillada de mi complejidad, no exploro esta pregunta y pasó a agradecer estar acompañada de Cristo en este viaje de estar viva.

Sé que no hay falla en mí, sé que mi mente tan ocupada también fue creada a través de Él. A través de la perfecta Encarnación del infinito, perfecto, hermoso, complejo, sencillo, creador de lo visible y lo invisible.

-Quién puede verte a los ojos y entenderte? Solo Cristo. Qué poder el tuyo. De lograr manifestar tu infinita persona en nuestra increíble, pero limitada dimensión física. Tú qué eres espíritu y poder. Tú que eres quien eres.

Wow.

…Y estos son los pensamientos que me llenan de asombro, de claridad. Te veo a ti y me entiendo a mí!

Entiendo de dónde vengo, quién soy y a dónde voy.

Q veces estoy tentada a mirar a mi interior mas de lo necesario, para saber quién soy.

Agradezco estos momentos donde es muy evidente que si quiero saber más de mi vida, necesito verte a ti.

Qué relevante es ahora el verso que me mostraste al principio de la semana:

“Porque has muerto y tu vida se encuentra escondida en Cristo” -Colossians 3:3

Tú me has visto desde el principio, conoces todo de mí, mi interior, mi exterior, mi futuro, mi pasado.

Qué hago tratando de adivinar? Tú estás aquí, ofreciéndome claridad!

Qué calma, qué confianza, qué alegría, qué belleza encontrar todos los días tus sorpresas y planes. Un pedacito de tu mente.

Qué bello es observarte en mi corazón. Nada me llena así.

Esto que me das , te lo ofrezco. Que tu amor y poder no pare en mí.

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